Muchas veces de quienes dirigen los destinos de las provincias o por el desconocimiento de funcionarios, aparentes técnicos.

Aquellos que desde sus oficinas pretenden delimitar las tierras.

Bien, veamos ejemplos: 

En 1751 viaja a España Juan Seguiche a interponer ante el Rey sus reclamos por abusos de autoridades y de usurpación de tierras por parte de autoridades de Guayaquil.

Ellas pretenden terrenos que colindan con Santa Elena para pastoreo de sus ganados y siembra de cacao y tabaco. En 1763, valido de una Providencia Real, moviliza al pueblo de Jipijapa y consigue que el Protector de Indios, Juan Nicolás Gómez Cornejo, intervenga en la defensa de los intereses de Jipijapa y por primera vez se delimite el territorio de Jipijapa mediante un acta que firman los testigos.

En 1782, el cura párroco de Jipijapa inicia acciones para legalizar las tierras del común de indios ante una nueva pretensión de adueñarse de los terrenos del sur de la provincia.

Para ese entonces, Manuel Inocencio Parrales y Guale es parte del grupo de apoyo y abanderado de estas causas, quien no cesará hasta conseguir los Títulos Reales sobre las mencionadas tierras.

En 1791, el Cura Párroco de Montecristi, interesado en agrandar su cofradía se opone a la delimitación que estaban realizando funcionarios de Quito. 

Sus reclamos no tienen acogida.

En 1911, el Gobernador de Manabí pretende tierras de Manantiales.

Con tal proposito intenta entregar a la Salango Export tierras de la localidad de Salango. 

La población de Jipijapa reclama ante el Ministerio del Interior, quien ratifica el Acuerdo 859 de la creación de la parroquia Cayo.

Pero estos problemas también tienen su origen en organismos encargados de establecer los linderos de todos los cantones en el país.

Son quienes desde un escritorio, sin conocimiento de causa, trazan límites que ni los mismos pueblos los reconocen. 

Tal es el caso de Tosagua y Bolívar, cuyos límites cercenan a Bolívar parte de su territorio al ubicar como hito un puente que es parte del sector El Limón, que fue construido recién en el año 2000 y que no existía en 1984 cuando fue la creación del cantón Tosagua.

Esto sin que se hayan tenido en cuenta aspectos neurálgicos desde los mismos lugares afectados, creando heridas que, de no remediarse rápidamente, se convertirán en problemas serios entre pueblos, que hasta hace dos meses estaban

profundamente hermanados. (Continuaremos)