El problema, explicó el experto, es que se trata de una montaña susceptible a deslizamientos, debido a la humedad que caracteriza a la región, “porque las pendientes son muy fuertes y las rocas están sueltas”.

Geovanny Benítez, prefecto de Santo Domingo de los Tsáchilas, coincide con este criterio basándose en informes presentados por un equipo técnico. “El problema no es la vía, el problema son los taludes. La causa (de los deslizamientos) se debe a la excesiva humedad, el suelo no es firme, la estructura no es consistente y la deforestación en las partes altas también perjudica”, señaló el prefecto. 

Actualmente la carretera está limpia y reparada su estructura, pero se mantiene cerrada por motivo de seguridad.

La mañana de este martes equipos técnicos de las prefecturas de Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas, de la empresa Hidalgo e Hidalgo y técnicos especialistas españoles realizaron un recorrido por la vía para hacer un monitoreo y preevaluación de la situación.

“De la evaluación, mañana (hoy) pasaremos un informe oficial al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) para que se tome la decisión, si es viable, de qué tiempo más se debe esperar para habilitar la vía”, agregó Benítez. 

Añadió que el equipo internacional será contratado por las prefecturas de Santo Domingo y Pichincha para que haga un análisis y estudio de cómo estabilizar los taludes con la técnica moderna.

Benítez dijo que la prefectura cuenta con un informe preliminar donde se dan soluciones como construcción de cunetas de coronación (excavaciones manuales de cinco metros) en la parte alta de las montañas que permitan que el agua de las lluvias no baje a la vía sino que se distribuya en otras quebradas. 

Benítez detalló los trabajos realizados para despejar la vía según el informe presentado por la empresa Hidalgo e Hidalgo, concesionaria de la carretera.  

En el kilómetro 78+500, donde ocurrió un deslave, se colocaron cabezales y una alcantarilla metálica.

En el kilómetro 81+228 también se ubicaron cabezales y una alcantarilla de 1,50 metros de diámetro.

En el kilómetro 82+780 se hizo la limpieza de piedras de gran tamaño, de ramaje y lodo.

Además, se trabajó en el kilómetro 83+300 donde un gran deslave afectó el sector.

Se hizo un monitoreo en el kilómetro 84 +700, donde ocurrió un deslave de consideración.  

Allí se limpió un total de 74.940 metros cúbicos de escombros, se colocaron 1.500 metros cúbicos de escolleras de piedra, 64 metros de alcantarillas metálicas, y 185 metros cúbicos de material sub base.