Casos varios existen en los que, probablemente, la falta de una inmediata ayuda profesional facilitó la aparición de acontecimientos violentos y, en algunos casos, fatales, que afectaron al individuo que sentía el desorden, así como a terceras personas.
Suicidios, asesinatos, daños físicos, suelen ser atribuidos a reacciones o alteraciones de la personalidad por efectos sociales, económicos o de orden sentimental, que pudieran controlarse con tratamientos especiales, evitándose que desemboquen en hechos dolorosos.
Hace pocos días una adolescente se mantuvo desnuda en una parte alta del exterior del edificio municipal de Portoviejo, siendo posteriormente vestida y trasladada al hospital general, en donde policías ni médicos sabían qué hacer con ella. Y como este caso hay muchos en la provincia.
Esperamos que las autoridades y representantes provinciales estudien esta posibilidad y le sugieran al gobierno la creación de un centro de salud mental en Manabí, para tratar de rescatar a estas personas y reincorporarlas a la sociedad.