Valencia, quien el día de su cumpleaños fue condenado a una silla de ruedas, luego de que un disparo lesionara su médula,  ahora está al frente de la Asociación de Personas con Discapacidad de Manta y Montecristi, luego de la muerte, el mes anterior,  de Mario Miguel Valencia, quien era su primo.

El dirigente dijo que los taxistas en su mayoría no los quieren transportar porque, según ellos, pierden tiempo y las sillas de ruedas raspan y dañan la pintura del vehículo.

“La lucha contra la desigualdad, la falta de accesibilidad para movilizarnos y la inclusión laboral son  temas que buscamos hacer prevalecer, tal como lo señala la Ley de Discapacidades”, agregó.

Él anunció que van a realizar un censo porque el 3 de mayo tienen elecciones, lo que permitirá saber cuántas personas con discapacidad están en la desocupación.

También solicitó al municipio hacer cumplir -con una mayor cobertura- la ordenanza que se refiere a facilitar el tránsito de quienes tienen una discapacidad tanto en entidades públicas y privadas, como en las calles, plazoletas y parques.   

EMPRENDIMIENTO. María Esther Andrade, vicepresidenta de la organización, señaló que otra de las metas es tener lista la sede que construye el municipio en el barrio Santa Mónica, donde proyectan implementar talleres. “Tenemos máquinas industriales, equipos de computación y otras herramientas para capacitar y generar fuentes de ingresos”, dijo.

Francisco Cañarte, dirigente de los taxistas, indicó que cada cooperativa tiene sus reglamentos para sancionar a quienes se nieguen a servir a grupos vulnerables.