La redistribución de la riqueza, la soberanía alimentaria, la defensa de la naturaleza y la participación ciudadana, son ahora gritos estentóreos de una izquierda infantil, como la califica el gobierno. 

Lo cierto es que Correa  hace rato ya definió el camino a seguir. 

En estos ocho años de gobierno, la estructura económica del país se modernizó al servicio de los intereses del gran capital. 

En el petróleo, la política de renegociar los contratos petroleros pagando costos de operación, de la que Correa y Glas alardearon en su momento como la gran cosa. 

Hoy día pasan factura al estado, la China Andes Petroriental cobra 41 dólares por barril extraído y AGIP le cobra al estado 36 dólares por barril. 

Si comparamos el precio actual del petróleo ecuatoriano de 40 dólares por barril, en el primer caso el estado no recibe ni un dólar y en el segundo 4 dólares. 

La utilidad de las empresas transnacionales está intacta, no sufren por la baja del precio del petróleo. 

En las telecomunicaciones, las transnacionales Claro y Movistar controlan el 97 % del mercado. 

Entre los años 1996 y 2008 estas ganaron siete mil millones de dólares y a partir del 2008, que renegociaron la ampliación del contrato por 15 años más, hasta el 2013 ganaron 5.557 millones de dólares. 

En la distribución y comercialización de fármacos el 71% lo controlan 2 empresas: La corporación Farcomed-Fybeca con 500 farmacias a nivel nacional y el grupo Difare-Cruz Azul con 920 establecimientos. 

El sector de la industria farmacéutica está controlado por 2 empresas: Quifatex y Novartis Ecuador, quienes han visto multiplicar sus ingresos de manera exponencial. 

Y en los supermercados, se han consolidado varios grupos económicos: 

El grupo Wright de Supermaxi-Aki, con más de 73 supermercados. 

El grupo Czarninsky, propietario de más de 40 Mi comisariato. TIA, del colombiano Narváez, con cerca de 110 locales en todo el territorio. 

El grupo Eljuri en varias actividades. En la industria del cemento, Lafargue, de origen Francés, y Holcim, de origen Suizo, controlan el 85 por ciento de la actividad. 

Los bancos Pichincha y Guayaquil concentran la mayor utilidad de los más de 330 millones que ganó la banca en el 2014. 

Y en la construcción de vías y obras de ingeniería civil, la concentración entre pocas empresas es enorme. 

Es decir, que en el gobierno de Correa se ha estructurado la economía para favorecer y desarrollar la concentración de la riqueza en pocas manos. 

Como dice Luis Verdesoto, el grupo más cercano al presidente es el que maneja lo sustantivo del poder; y lo adjetivo se lo dejaron a la izquierda correísta, la operación política y los puñetazos en la esquina.