Tras otra maratoniana jornada de encuentros bilaterales, multilaterales y plenarias con y sin la presencia de Irán, los representantes de las seis potencias (China, EE.UU., Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) no esconden su escepticismo respecto a la posibilidad de lograr un consenso.
La propia portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf, afirmó que la posibilidad de un acuerdo “es incierta”.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, indicó que las negociaciones con Irán están en una fase “difícil” y “crítica”.
La principal preocupación expresada por Steinmeier es qué va a pasar tras la finalización del acuerdo, es decir, tras la moratoria impuesta al desarrollo del programa iraní durante los diez, doce, o quince años que establezca un eventual tratado.
En caso de que todos los aspectos se resolviesen y se anunciara el acuerdo marco (político), las potencias tendrían 90 días para limar los asuntos más técnicos y lograr antes del 30 de junio un acuerdo final que ponga fin a doce años de disputa nuclear. (EFE)