El hecho ocurrió el pasado jueves, aproximadamente a las 14h30, en la vía principal, diagonal a la Quinta La Nueva Esperanza, de la parroquia Ángel Pedro Giler, conocida como La Estancilla, del cantón Tosagua.

“Esto es difícil de entender, lo dejé acostado en la cama y ahora lo veo muerto”, comentaba, incrédulo, Diego Solórzano, al recordar los últimos minutos que vio con vida a su hijo Aaron.

También dijo que además de ser su hijo era su amigo fiel que lo acompañaba en todo.

Los familiares de la víctima indicaron que Aaron salió de su casa ubicada en el sito La Pastora para dirigirse al centro de la parroquia Ángel Pedro Giler, donde acudió a una peluquería y se cortó el cabello.

Cuando el joven regresaba a su casa a bordo de una motocicleta, por causas aún desconocidas perdió pista, chocó contra una columna de cemento que sostiene el cerramiento de un terreno y luego cayó a un costado de la vía.

Muerto. Personas que habitan cerca escucharon el ruido y acudieron a ver qué había pasado. Encontraron al motociclista en el suelo, ya sin vida.

Los moradores del sector reconocieron a la víctima y avisaron de lo sucedido a sus familiares, que viven cerca.

Elementos de la Policía Nacional realizaron el levantamiento del cadáver.

El cuerpo no fue trasladado al centro forense de Manta sino retirado del lugar del accidente por sus familiares, quienes lo llevaron a la vivienda de sus padres para velarlo.

Ayer, aproximadamente a  las 16h00, los restos mortales de Aaron Solórzano fueron sepultados en el cementerio general de la parroquia Ángel Pedro Giler.

Los parientes dijeron que Ronald Aaron Solórzano tenía una conviviente, quien tiene dos meses de embarazó. Estudiaba en un colegio a distancia y ayudaba a su progenitor en las labores agrícolas en una finca.

La víctima era el menor de cinco hijos.