El papa Francisco recibió ayer a decenas de sintechos en la Capilla Sixtina, donde apareció por sorpresa acompañado sólo de un mayordomo para dar la bienvenida a las personas sin hogar.
“Bienvenidos. Este es la casa de todos, es su casa. Las puertas están abiertas siempre para todos”, fueron las palabras del pontífice, quien estrechó la mano de cada una de las personas sin hogar bajo los frescos de Miguel Ángel.
El obispo de Roma agradeció al limosnero del Vaticano, Konrad Krajewski, la iniciativa que impulsó para invitar a sintechos a los Museos Vaticanos, una visita que Bergoglio definió como “una pequeña caricia” para los visitantes.