La ministra evaluó la situación mediante un recorrido realizado en conjunto con la secretaria nacional de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo y el Ministro Coordinador de Seguridad, César Navas, e indicó que cuatro barrios de la parroquia afectada se encuentran en zona de riesgo.

Los barrios son: San Miguel, La Libertad, El Paraíso y el asentamiento Lelia.

Según Carvajal, los moradores que se opongan a la medida deberán firmar un documento donde justifican la propia responsabilidad por su vida.

Esta acción, calificada como emergente, fue tomada debido a que en este momento se presenta un fuerte aguacero en la parroquia, ubicada en el kilómetro 79 de la vía Alóag-Santo Domingo.

Un reporte del Instituto Nacional de Meteorología  e Hidrología (Inamhi) informó este martes que se prevé 12 horas de precipitaciones de hasta 100 mm, especialmente en Alluriquín.

Los secretarios de Estado realizaron un sobrevuelo y recorrido en la parroquia para evaluar los niveles de seguridad.

El alcalde de Santo Domingo, Víctor Manuel Quirola, manifestó que desde la noche del jueves en la vía se han presentado 100 derrumbes, de ellos 25 son graves. 

“Hemos lamentado la muerte de no solo personas que vivían en el sector sino también de quienes transitaban”, informó.

Mario Maldonado, director provincial del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, señaló que son cuatro puntos críticos, el kilómetro 72, el 78,5, el 79,2 y el 83,5. 

Allí trabajan 25 maquinarias, 30 volquetas y 150 personas.

El domingo la empresa Hidalgo- Hidalgo hizo dos detonaciones controladas en la entrada a la parroquia Alluriquín. Horas después de ese mismo día se registraron dos nuevos deslizamientos.

Maldonado explicó que debido al clima no se habla de fechas para que la carretera vuelva a estar habilitada.

De su parte, Félix Córdova, de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), aseguró que aún se presentan desprendimientos en la montaña y por ello no se permite el paso de vehículos.

Quirola añadió que este no es un problema local sino nacional.

Indicó que como medidas para prevenir más afectaciones lo primero es no permitir que se construyan más viviendas en toda el área de riesgo de la vía y tratar de reubicar a las personas cuyas vidas estén en más peligro. 

Destacó que hay que precautelar los múltiples servicios que cruzan por esta área de riesgo, como son: la red de fibra óptica, las tuberías del oleoducto y poliducto y la planta de captación de agua.

De su parte el prefecto de Santo Domingo de los Tsáchilas, Geovanny Benítez, considera que Santo Domingo es una zona de riesgo e invitó a la Subsecretaría Nacional de Gestión de Riesgos a constatar el broblema. “Es un tema de crisis nacional”, destacó. 

También ha conversado con el prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, para analizar la problemática de manera conjunta.

Aseguró que en el trayecto desde Alluriquín a Santo Domingo existen tres lugares donde la estructura de la vía ha perdido su consistencia y existen socavaciones. “Habrá que hacer un análisis para colocar bandas de protección. La Prefectura atiende taludes y limpieza de alcantarillas y puentes afectados”, refirió.

Añadió que el Gobierno Provincial hará estudios para la ampliación de la carretera de dos a cuatro carriles hasta el límite con Pichincha. En ese sentido y como medida de prevención ante los incontrolables desastres, recomendó que la población de Alluriquín debería reubicarse o se podría construir un paso lateral. 

Según el comandante de la Policía, Pablo Aguirre, siguen desaparecidas seis personas (una familia de cinco miembros y un trabajador de una empresa porcícola). 

Por ello la búsqueda de los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), y la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) continúa.