El equipo liderado por el ingeniero argentino Gerónimo Villanueva calcula que, si se hubiera extendido de manera uniforme, con una profundidad de 137 metros, la cantidad de agua que albergó el planeta podría haberlo cubierto por completo.
No obstante, creen que el océano marciano, con unos 20 millones de kilómetros cúbicos y hasta 1,6 kilómetros de profundidad en algunos puntos, se concentró en las planicies del hemisferio Norte y no cubrió la totalidad del planeta, sino el 19 por ciento.
Investigaciones. Gracias a la precisión de estos instrumentos, los investigadores analizaron la huella de dos partículas de agua diferentes en la atmósfera de Marte, la del agua común H2O y la de su variante HDO, que contiene una variante más pesada del hidrógeno, llamado deuterio. El equipo analizó los niveles de ambas moléculas varias veces a lo largo de casi seis años y descubrió que, mientras el agua pesada queda atrapada en el ciclo del agua marciano, el agua común tiende a escapar al espacio. “Con este trabajo, podemos entender mejor la historia del agua en Marte”, explicó Villanueva.