Las leyes del Estado galo admiten que los padres de familia apliquen cierta clase de castigos físicos a sus hijos, como “pegarles en las nalgas”, por ejemplo, para corregirlos.
La tendencia mundial va hacia la disminución de los golpes, sustituyéndolos con medidas como las psicológicas para enseñarles las maneras de respeto a padres y mayores y de comportamiento en la sociedad.
En Ecuador el código respectivo es claramente proteccionista en cuanto al trato y a los derechos de niños y adolescentes, prohibiendo ejercer toda clase de violencia contra ellos, aunque en la práctica continúan esos castigos.
Sin embargo aún no hay una apreciación absoluta acerca de la eficiencia de los métodos, por lo que, como en el caso de Francia, la realidad de cada país es la que marca la manera de aplicar las leyes y sus reglamentos.
En el caso de nuestro país, existen opiniones divididas, estimándose adecuado hacer una evaluación para conocer los logros de las actuales leyes sobre el progreso en el comportamiento de los menores.