Morales subrayó que se trata de "un paso importante" con el apoyo del emblemático grupo boliviano que encargó el diseño del escenario a la facultad de arquitectura de la ciudad de Cochabamba (centro) y que se proyecta construir en una zona denominada Chillimarka.

La presentación se hizo en una reunión con varios músicos, a los que Morales pidió consejos para hacer mejoras en el proyecto con diseño final y prometió garantizar las inversiones para las obras.

"Solo quiero decirles, con Evo nada es imposible, vamos a hacer nuestro teatro", dijo el mandatario y expresó su deseo de que este teatro sea el mejor de Suramérica para conciertos.

El mandatario sostuvo que con esta iniciativa "no se trata de hacer competencia con Viña del Mar", pero con "tanta riqueza cultural, musical", Bolivia puede tener un "mejor" festival internacional.

Agregó que su Gobierno trabajará en normas para "blindar" el patrimonio cultural porque, según dijo, las expresiones musicales de su país son objeto de una apropiación fuera del país.

El líder de Los Kjarkas, Gonzalo Hermosa, explicó que el teatro acogerá no solo a festivales internacionales de música folclórica, sino que será para eventos musicales de diversos géneros, con presentaciones que permitirán hasta sesenta músicos en el escenario, con el mejor sonido e iluminación posibles.

La idea del festival boliviano surgió en 2014, después de que el grupo boliviano Ch'ila Jatun empatara en la final folclórica con la cantante chilena "La Pájara", que finalmente fue proclamada ganadora gracias al voto de la presidenta del jurado, la cantante española Paloma San Basilio.

En el festival de Viña del Mar de este año, el grupo boliviano Pasión Andina fue eliminado de la competencia, una decisión que varios músicos bolivianos avalaron al criticar la letra del tema presentado por sus compatriotas con el ritmo nacional Caporal. EFE