“En la Justicia no se puede tolerar ni una molécula de corrupción”. Esto demuestra que el Consejo de la Judicatura busca que las operadoras y operadores de justicia actúen con diligencia, rectitud, honradez e imparcialidad (art. 21 del COFJ).

Concurrí al salón de la ciudad de Portoviejo el 20 – 02 – 15, donde tomó posesión la nueva directiva del Colegio de Abogados de Manabí. 

En el acto estuvieron presentes autoridades nacionales y provinciales. 

Todos los discursos ponderaron la noble actividad que desempeñan los abogados, juezas, jueces, fiscales y abogados en libre ejercicio. 

Los abogados deben (debemos) luchar con conocimientos y probidad para que en las comunidades brille la justicia. Sin Justicia no hay paz, sin paz no hay prosperidad.

Administrar justicia en cualquier parte del mundo no es fácil.

Todas y todos tenemos que luchar con entereza, verticalidad y respeto a la dignidad ajena, para dar a cada uno lo que es suyo. 

En la república hay buenos jueces y juezas, y acá en Manabí también los hay. 

Es satisfactorio leer autos y sentencias que emiten los jueces y  juezas en nuestra provincia.

Eso demuestra que están aptos para cumplir sus funciones.

Pero conozco otros fallos y sentencias que no tienen coherencias, no tienen motivaciones jurídicas, 

Y esto también sucede cuando en los gobiernos autónomos descentralizados, altos funcionarios firman fallos administrativos redactados por abogados. 

Esas falencias no pueden continuar y tienen que corregirse. 

El Consejo de la Judicatura cuando en cumplimiento del art. 181 N. 5 de la Constitución, después de revisar procesos por internet o por cualquier otro medio constate que existe error inexcusable, de oficio, debe examinar esos casos (art. 113 del COFJ). 

Sería conveniente que autos y sentencias que dictan las cortes provinciales de Justicia, que se ejecutorían por no haber recursos verticales, se publiquen en el Registro Oficial.

Esto para que sirvan de orientación a los estudiosos del derecho.

Es urgente que el Consejo de la Judicatura, las delegaciones provinciales corrijan de oficio las graves irregularidades que por desdicha cometen ciertos operadores de justicia. 

No es posible tolerar que la injusticia nos abofetee (Marcos Vinicio Rueda S.J.). 

Y lo grave es que con frecuencia la injusticia abofetea a los más débiles.

Generalmente sucede esto por carecer de bienes, de fortuna e influencias, con los que ejercen los poderes públicos y fácticos. 

Por favor, lean el juicio N. 0791 – 2013, Juzgado Civil – Chone.

Y saquen las conclusiones de si en verdad en ese juicio se ha administrado justicia con rectitud y probidad.