Los rectores, profesores y padres de familia coinciden en que el BTP es una herramienta muy buena para que los bachilleres tengan una profesión en corto tiempo. Destacan que muchos de los alumnos que pasan por un colegio técnico se dedican a ser electricistas, mecánicos, soldadores y más actividades que les permite complementar la economía familiar.

Por ello indican que si no se aplica en todos los cantones se debería reforzar los técnicos ya existentes.

Sonia Portilla, rectora de la unidad educativa Charapotó, especializada desde hace más de 40 años en agroindustrialización de alimentos, señaló que aunque tienen una planta completa para elaborar mermeladas, envasar hortalizas y enlatar verduras adolecen de falta de profesores del área técnica, por lo que el laboratorio ahora no es utilizado. Alertó que muchos planteles no tienen profesores técnicos de hecho su unidad que tenía cinco se quedó con uno porque se terminaron sus contratos o fueron cambiados de unidades. Añadió que muchos nuevos docentes quieren aplicar para ser técnicos, pero el sistema informático del Ministerio de Educación no da esa opción.

Odilón Zambrano, rector del colegio Odilón Gómez, mencionó que sólo cuentan con dos laboratorios de computación y esperan ayuda para mejorar el laboratorio de química, y la implementación de industrias para elaborar requesón y queso. Dijo que esto es importante para volver a tener una fuente de trabajo que permita que los alumnos hagan sus prácticas.

El plantel cuenta con 40 cabezas de ganado y 10 cerdos más un reproductor, y hay 300 estudiantes.

Alberto Ayón, rector del Colegio Técnico Manuel Inocencio Parrales y Guale de Jipijapa, destaca que las especialidades: Producción Agropecuaria, Comercialización y Venta, Mecánica Industrial con nominación en Electromecánica Automotriz, y Mecanizado y Construcciones Metálicas tienen equipos que ya cumplieron su vida útil. “Desde hace más de 20 años que el colegio no ha sido tomado en cuenta para renovar equipos”, destaca. 

Geoconda Castro, docente del área de producción agropecuaria, dice que al no contar con un presupuesto los proyectos que realizan los estudiantes son pequeños y financiados por los padres de familia.

José Chávez, director distrital de educación Jipijapa – Puerto López, destaca que el plantel será repotenciado con maquinarias y docentes especializados.

Lady Núñez, vicerrectora de la unidad educativa 15 de Octubre, señala que cuentan con Transformado y Elaborado Cárnicos, y todos los años los estudiantes realizan proyectos de elaboración de embutidos en la planta que consiguieron bajo donación hace unos 8 años.

“Los proyectos los hacen a medias, no se puede sacar el producto al mercado porque la elaboración la realizan los propios estudiantes bajo autogestión”. La unidad educativa técnica agropecuaria Albertina Rivas de Santa Ana cuenta con 10 cabras y 7 vacas que son utilizadas por los estudiantes para realizar las clases prácticas. Según el rector José Rivas Macías, estos animales fueron donados por los padres de familia para que sus hijos puedan prepararse en la práctica.