La comunidad de Sosote es el punto de referencia de Manabí donde se elaboran y comercializan estas artesanías.
La fabricación de estas artesanías se mantiene en las hábiles manos de los adultos mayores, cuenta a sus 70 años Gandelia Bravo, artesana en barro del sitio San Pedro de Sosote.
Ella recuerda que su primera olla la hizo a los 13 años. La sabiduría de su edad ha llevado a que esta mujer logre elaborar hasta 50 ollas diarias.
“Aprendí de mi madre este saber, que en la actualidad ninguno de mis 12 hijos quiso seguir”, explica Gandelia, mientras sus dedos amoldan una olla.
TRADICIÓN. Las ollas de barro han sido por muchos años las protagonistas en la gastronomía manabita. Gandelia cuenta que los integrantes del pueblo montuvio han acostumbrado a conservar sus alimentos en las tradicionales ollas de barro.
Y afirma que estas ollas dan un mejor sabor a las comidas.
COMERCIO. En barro hay una variedad de artesanías para la cocina.
Alberto Loor, comerciante de Sosote, indica que los visitantes provenientes de la Sierra son quienes más adquieren las ollas de barro que vende desde 7 dólares.
En este material también hay tazas a 25 dólares la docena.
Loor añade que los hornos se los encuentra desde 20 dólares y los braseros en 3,50 dólares.