Lo hace con la ayuda de un telar manual, que no es más que un instrumento utilizado para fabricar tejidos con hilos u otras fibras a base de chonta, pambil y madera de café.
Es la herramienta principal para la elaboración de las bufandas.
ARTESANÍAS. Calazacón, que pertenece y trabaja en el Centro Turístico Cultural Tsáchila Tolón Pelé, en la comuna Chiguilpe (kilómetro 7 vía a Quevedo), exhibe una amplia muestra de productos artesanales, desde creativos adornos de conchas marinas hasta prendas de vestir.
LANA. La artesana explica que anteriormente las bufandas se elaboraban con algodón, pero ahora se las fabrica con lana de colores.
“Queremos que lo natural sea una tendencia”, menciona.
La mujer añade que para el diseño de las bufandas no se inspiró en ninguna moda actual, sino que buscó crear una prenda que resalte a la nacionalidad tsáchila.
VARIEDAD. Las bufandas que elabora esta mujer de 55 años tienen precios de 5 a 10 dólares.
“Hay varios diseños y colores para todos los gustos”, añade Calazacón.
Además menciona que el tiempo de confección de estas prendas puede ser de hasta un día.
BUFANDA. Esta prenda de vestir usualmente se ubica en el cuello, con el propósito de abrigar, aunque es utilizada también como complemento de moda.
En la actualidad existe una variedad de bufandas, cuya longitud y acabado varía dependiendo de su confección.
En la comunidad tsáchila las bufandas llevan una variedad de colores que representan a la etnia.