En la asamblea, que estuvo presidida por el director de la Agencia Municipal de Transporte, Luis Rivera, se emitieron diversos criterios sobre la necesidad de transporte que tienen los habitantes de la zona rural, especialmente donde no llegan las unidades de servicio público, por lo que es urgente que se revise la ley de tránsito, dijeron.

Moisés Briones dijo que para evitar ser sancionado por la Policía tuvo que negarse a llevar a un vecino suyo con 15 cajas de plátano desde el sitio La Unión hasta La Bramadora. Así mismo, Edgar Zambrano dijo que siente mucha pena no transportar a sus vecinos en su camioneta por temor a ser sancionado, lo que ya le ha causado enemistad, refirió.

Barón Garzón con documentos en mano manifestó que el año pasado fue detenido durante un mes porque la Policía de tránsito certificó que estaba llevando en el balde de la camioneta a sus cuatro hijos al colegio. “Esa situación me costó más de 1.500 dólares, por lo que me vi obligado a vender el vehículo”, recordó el hombre.

Rivera resaltó que existe una ley de Tránsito, pero que también hay una cruda realidad en el campesinado del país y aseguró que tratarán de buscar una solución a este problema.