Ellos son alumnos de la Escuela del Milenio que desde este año lectivo funciona en el cantón Junín. El plantel es amplio con estructura moderna, donde incluso hay ascensores entre el primero y segundo piso. Se respira modernidad.

A pocos kilómetros de allí la realidad para Juan y Dayana es muy distinta. Son de sexto año básico y en una atiborrada aula de 3x4 metros deben compartir la clase con los estudiantes de primero y tercer año básico. Tres grados reciben clases en el mismo ambiente.

La maestra de la escuela San Ramón, del sector El Morro, debe echar mano de toda su habilidad pedagógica para enseñar y, sobre todo, controlar paralelamente a tres niveles de alumnos. Basada en su experiencia a los de tercero les pide que saquen cuaderno y lápiz y realicen un dictado, mientras a los de sexto año les da clase de matemáticas. Los de primero sólo observan y están listos para irse a casa.

Realidades. A seis días de que culmine el año lectivo 2014-2015 las realidades educativas en Manabí mantienen una extensa brecha. 

Así mientras algunos alumnos deben compartir aula y el profesor, hay quienes tienen comodidades acorde a la realidad actual de la pedagogía.

 El Gobierno Nacional y el Ministerio de Educación han promocionado como su mayor producto educativo las Escuelas del Milenio o las réplicas. 

Estos planteles se destacan por su moderna infraestructura, alto número de profesores, materiales educativos, laboratorios, alimentación y más detalles. Allí llegan alumnos desde el nivel de inicial Uno (3 años) hasta los de tercero de bachillerato; es decir, quedan listos para asistir a las universidades.

Planteles. En Manabí, una provincia con 410.036 alumnos, existen cinco unidades del milenio que acogen a 6.234 estudiantes; es decir el 1,5 por ciento de la población estudiantil.

Todos los alumnos consultados sobre su experiencia en estas modernas unidades señalaron su total conformidad y lo que más les atrae es la posibilidad de utilizar computadoras, algo que no sucede en otros centros. “Cuando vamos a los laboratorios tenemos una computadora para cada una”, dijo Heilen, estudiante de la unidad de Junín. Ella estudia en la sección vespertina. Destaca además que cada día les dan almuerzo gratis, por lo que no tiene pretexto para llegar tarde a las clases que se inician a las 13h00.

Los profesores también sienten las mejoras. Varios de ellos coinciden que en estos planteles tiene asegurada una alimentación balanceada tan importante en estos tiempos en que deben trabajar desde las 07h00 a 15h00. 

“El Ministerio (de Educación) nos subsidia parte del pago, nosotros apenas cancelamos un dólar, señaló un profesor. La comida es entregada por un restaurante de Portoviejo que ganó un concurso para brindar el servicio.

Realidad. En contraste con esa realidad hay planteles que carecen de buena infraestructura, profesores y espacios. 

En Manabí aún hay más de 300 escuelas unidocentes (un solo profesor para todos los grados) o pluridocentes (un profesor para dos y tres grados). Rosa Elena Zambrano, maestra de la escuela San Ramón del cantón Bolívar, señala que no cuentan con computadoras y el plantel está ubicado en una angosta franja de terreno, al lado de una cancha de fútbol. 

Agrega que hasta donde conoce este tipo de planteles van a desaparecer y serán absorbidos por unidades mejoradas y que acogen a un gran número de estudiantes. Ella cree que este será el último año en que se den clases en estas condiciones. Ya para el próximo año lectivo la escuela posiblemente nos seguirá”, dice esperanzada de mejores días para los chicos del sector.

La expresidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE) Mery Zamora dijo que el estado está en deuda con la educación. Señaló que en su plantel, la escuela Lorenzo Luzuriaga de El Limón de Portoviejo, apenas dos aulas están en buenas condiciones, en las demás los alumnos son separados por tableros. 

“El Gobierno ha realizado tanta alharaca (publicidad) con las Escuelas del Milenio, pero son pocos estudiantes los que tienen acceso a ellas”, manifestó.

Dijo que no sólo debían promocionar los planteles emblemáticos sino reforzar a todas las instituciones. Señaló que, según la Constitución, el 6% del PIb se debe invertir en educación y hasta ahora la cifra llega al 4 por ciento.

En Chone y Pedernales. La Unidad Educativa del Milenio Temístocles Chica Saldarreaga, del sitio San Pablo de Tarugo de la parroquia Canuto, ha mejorado la educación, según sus moradores.

La rectora  Marisol Párraga Chica manifestó que el sistema abarca 13 escuelas integradas. 

“Tenemos once escuelas anexas y brindamos apoyo en el área de inglés, informática y técnica”, explicó la rectora. 

En la unidad de Pedernales la directora Lucía Zambrano destacó que lo mejor es que cuentan con maestros capacitados, “con experiencia”, aseguró Zambrano.

Yandre Arteaga Macías, concejal de Pedernales, exmiembro de la UNE, consideró que la problemática educativa del cantón ha sido paliada en gran porcentaje con la Unidad del Milenio, todavía no se han cumplido todos los proyectos que tienen que cumplirse hasta el 2017, se ha oxigenado esta situación. Se ha brindado la oportunidad a muchas personas de escasos recursos económicos, expresó.

También señaló que la Unidad del Milenio incidió en el cierre de muchas escuelas particulares y otras del sector rural como en Mache, Cañaveral del Naranjo, Santa  Teresa y otras comunidades esperan la construcción de réplicas. 

Nuevos planteles. La zonal de Educación informó que en la provincia se construyen seis unidades estandarizadas: en Portoviejo, Jaramijó, Chone (2), Bahía de Caráquez y Jama.

Josefina Viteri Mendoza lleva más de 40 años dedicada a la docencia y señaló que las Unidades del Milenio son una propuesta de educación que tienen una magnífica infraestructura, con recursos, pero que adolece de la capacitación al docente, desde el acompañamiento permanente y la evaluación de acuerdo al contexto no estandarizado que causa falencias, expuso.