Los sueños de José Rodolfo Vera Mejía (22) se perdieron en la carretera. El joven fue aplastado por un volquete cuando retornaba en una moto de la universidad a su casa.
En su casa hecha de caña y madera, ubicada en el sitio Cabello estaba llorando Marcos Mejía, estaba desconsolado, no podía sacar de su mente la fatídica llamada que le realizaron el viernes a eso de las 23h00, indicándole que su nieto, el que había criado desde pequeño como un hijo estaba muerto en la intercepción de las calles Ricaurte y Juan Montalvo, diagonal a la terminal de Calceta.