A la  ruta del colibrí se unen la del cacao, del café y de la paja toquilla que también promociona el GPM. 

Están, además la ruta del encanto o del sabor, que comprende las parroquias rurales Calderón, Alajuela, San Plácido y Chirijos de Portoviejo, y la ruta del Spondylus, que recorre la zona costera manabita, adentrándose en la montaña en ciertos tramos entre Puerto Cayo y Manta, en una combinación “verdiazul” que enamora a los visitantes.

Son atractivos turísticos en los que lo rural predomina, entre cascadas y flora y fauna exuberante, para mostrar a los visitantes las costumbres, tradiciones y gastronomía de estos sectores.  

Se trata de la otra cara de Manabí, que encierra un encanto especial que la hace única y donde hay potencial no solo turístico sino productivo, explica María de los Ángeles Palacios, de la dirección de Ambiente y Turismo del GPM.

 

 RECORRIDOS. El circuito del cacao muestra la cadena productiva desde la siembra, la cosecha hasta la transformación artesanal del chocolate que se hace en la Corporación Fortaleza del Valle, que también exporta el caco fino y de aroma a Europa. Los visitantes comparten las actividades cotidianas con las familias, conocen la elaboración del tradicional “currincho” en Junín, adquieren dulces típicos en Rocafuerte y las artesanías de tagua en Sosote.

En el circuito del café, en la zona sur, a lo largo de la vía Chade-Naranjal-Pisloy de Jipijapa, se puede conocer una finca demostrativa, degustar comida típica, darse un baño en la cascada de Pisloy y convivir con el montuvio manabita en la casa comunitaria, construida para fomentar el turismo rural, donde se puede pernoctar.   

El circuito del colibrí en Puerto López se inicia en el bosque protector Ayampe, hasta la comuna El Pital. Es el hábitat de la Estrellita Esmeraldeña, que mide entre cinco y seis centímetros, de la cual se estima hay entre 500 y 1.000 individuos. 

Se puede hacer el recorrido en bicicleta, para lo cual está abierta una trocha.

El circuito turístico de la paja toquilla une  la montaña con el mar, en un recorrido desde Manta hacia Pile, donde viven las tejedoras del fino sombrero, actividad declarada patrimonio cultural, a quienes se puede observar en plena labor. 

 

 ENCANTO. En Portoviejo está la ruta del encanto, con balnearios de agua dulce y la exquisita gastronomía manabita. 

En Calderón las famosas morcillas esperan a los visitantes, que pueden aprovechar el paseo para bañarse en los balnearios que hay en las cuatro parroquias.