Los cubanos confían en que la nueva etapa de distensión con EE.UU., que ha prometido facilitar el acceso a infraestructura informática para mejorar el acceso a la red, sirva para mitigar el atraso tecnológico en la isla.
“Ojalá estos cambios (con EE.UU.) sirvan para que podamos disfrutar libremente de internet (...). Yo tengo acceso en la universidad, pero no puedo conectarme en la casa”, explicó a Efe Ariel, un estudiante de Filología Alemana.
conexión. La conexión en el domicilio está restringida en Cuba a unos pocos profesionales como periodistas, médicos o abogados -previa autorización del Gobierno-, mientras que el resto se conecta en salas de navegación oficiales, donde no hay un acceso global a la red, sino a una intranet nacional donde algunas páginas están restringidas.
Conectarse en esas salas o en algunos hoteles a través de esa intranet cuesta 4,50 dólares la hora, una tarifa demasiado elevada en un país donde el salario medio mensual ronda los 20-30 dólares.