Cecilia -nombre protegido-  tiene 30 años de edad. Ella asegura que cuando tenía 20 años les contó a sus padres que sería madre y padre del bebé que estaba esperando. “Ellos me insultaron, tomaron mis cosas y me echaron de la casa”, dice Cecilia. 

 

“Mi resentimiento fue tan grande, que ni mirarlos a la cara podía y así estuvimos durante dos años”, asegura. Cecilia explica que  después de un tiempo sus padres decidieron solucionar las cosas y ella aceptó perdonarlos.

Paola Vásquez, psicóloga educativa, explica que “en toda discusión existirá la persona que cede, que quiere resolver la situación y que dará la iniciativa para el diálogo”. 

Por su parte, María Cedeño, también psicóloga, menciona que toda discusión que inicia puede terminar en una pronta reconciliación, siempre y cuando exista la predisposición de los involucrados del conflicto.

“El factor principal que ayuda a calmar las tensiones, es ponerse en la posición del otro. De nada sirve rumiar los defectos y errores del otro y querer convencerse de que se tiene razón”, afirma Cedeño.

El proceso. Vásquez manifiesta que el primer paso para la reconciliación es “aceptar que cada persona es diferente a uno mismo y, por ello, piensa de distinta forma. Y sobre todo, comprender que a pesar de las divergencias, es posible entenderse”.

Cedeño, por su parte, dice que reconciliarse también es aceptar que no siempre se tiene la razón.

Tomar la decisión. La docente Irma Acuña argumenta que cuando se tratan de problemas entre padres e hijos, los primeros que deben tener la iniciativa son los padres. Mientras que cuando se trata de conflictos entre parejas, deben ser los dos que decidan dar paso a una reconciliación.

“Quien dé el primer paso no será el que pierda el orgullo, más bien, se tratará de una persona consciente, coherente e inteligente”, afirma Acuña.

CONSEJOS. Estrella Loor, psicóloga, indica que ante conflictos prolongados será necesario que exista un mediador, para llegar a una solución y culminar el problema. Mientras que cuando se trata de problemas  de corto plazo es más factible que exista una rápida solución, sólo se deberá tener un larga y comprensiva conversación entre las personas involucradas.

Loor destaca que la falta de comunicación es uno de los factores fundamentales para que existan conflictos en determinadas situaciones.

“Los problemas no se resuelven de un día para el otro, se debe tener paciencia y sobre todo tener comunicación física y verbal con la persona que se tiene el conflicto”, destaca Loor.