Vive desde hace 10 años en Houston, Estados Unidos, y no le son extrañas las tormentas de nieve en este país. 

 

“Se me complicó tomar los buses que me llevan a donde trabajo porque son dos y porque al parecer habían pocas unidades pues no pasaban las que normalmente pasan”, contó Bermúdez.

El hermano de Melissa, por su parte, tuvo que caminar 30 minutos hasta llegar a otra estación de bus que le permitiera llevar a su hija a la escuela, ya que en la primera parada aún había mucha nieve sin recolectar.

Venus Riofrío contó que vive en Queens desde hace 15 años y que todo lo que pasa es impredecible con el clima en ese país.

“Nunca estamos realmente preparados para este clima”, dijo.

Para Katiuska Conforme, una manabita que vive en el Bronx, Nueva York, desde hace 8 años, la anunciada tormenta le causó mucho pánico a ella y a su familia.  Sin embargo, dijo, gracias a Dios, no fue tan grande como se esperaba y pudo acudir a su trabajo normalmente.

Costos. La ciudad de Nueva York registró pérdidas por 200 millones de dólares en actividad económica a causa de la reciente nevada y la decisión de las autoridades de paralizar el tránsito, pero fueron relativamente menores, según cálculos preliminares de Moody’s Analytics.

Evan Gold, vicepresidente senior de Planalytics, firma que asesora a empresas en asuntos del clima, calculó en 500 millones de dólares las pérdidas económicas en todo el nordeste de Estados Unidos, que incluye Nueva York, Filadelfia y Boston.

La declaratoria de emergencia de Nueva York por la anunciada tormenta, significó el cierre temporal del tráfico en la ciudad, en donde sólo podían circular los vehículos de emergencia. Las clases también fueron suspendidas durante dos días. 

El turismo también fue afectado. En una de las ciudades más visitadas del mundo, la tormenta “Juno” cambió los planes de los turistas. Más de 6.000 vuelos fueron anulados en Estados Unidos, muchos de ellos de los tres aeropuertos neoyorquinos JFK, Newark y LaGuarda. Se cancelaron espectáculos de Broadway y la ópera Metropolitana y se anularon partidos de la liga de básquet NBA. Incluso el Museo Metropolitano anunció que cerró sus puertas.