Eloy Alfaro fue presidente del Ecuador en dos ocasiones, en 1895-1901 y desde 1906 hasta 1911. 

En estos dos períodos, este manabita consiguió ejecutar obras que transformaron el país, y es por ello que Ramiro Molina  menciona que la muerte de Alfaro (ocurrida el 28 de enero de 1912) respondió a la conspiración de poderes de la oligarquía, porque Eloy Alfaro llegó al poder con el objetivo de cambiar el modelo de Estado, borró de la Constitución el nombre de Dios, eliminando así el poder de la Iglesia católica en la política ecuatoriana.

El historiador comenta que Alfaro buscó el desarrollo del modelo capitalista liberal, el cual se inició con un proceso de industrialización y la agricultura tuvo protagonismo, abrió caminos para que los cultivos sean llevados de un lugar a otro. 

Construyó el tren como símbolo de unificación nacional, promovió la participación de la mujer en la política, buscó la inclusión de todos para lograr un bienestar común, indica Molina. 

MARCÓ LA HISTORIA. Por su parte Tatiana Hidrovo, historiadora académica y presidenta del Centro Cívico Ciudad Alfaro, considera que la muerte del Viejo Luchador  “es el hecho que ha marcado la historia nacional, matan a Eloy Alfaro Delgado para que no se cumpla la revolución que iba a continuar cambiando las estructuras del poder, sobre todo las económicas”. 

Para Hidrovo, esta es una  fecha para la reflexión, “es un día para reflexionar sobre el legado que dejó Alfaro para el crecimiento del país”. 

Hidrovo sostiene que el Viejo Luchador con sus obras y forma de pensar transformó Ecuador. 

SUCESOS. Dice la historia que todo empezó desde mediados de 1911, cuando un clima de repudio contra la filosofía de Alfaro se extendió por Quito y todo el país, fruto de eso el 11 de agosto de ese año se dio un golpe de Estado militar, que obligó a Eloy Alfaro a renunciar a la presidencia. 

El Viejo Luchador se refugió en Chile y posteriormente en Panamá. Luego de que Alfaro dejó la presidencia, el nuevo mandatario del país sería Emilio Estrada, quien asumió el 1 de septiembre de 1911, pero duró poco en el poder, debido a que falleció el 21 de diciembre por problemas cardíacos, según reportes médicos de la época. 

SU MUERTE. Pocos días después de la muerte de Estrada estalló en Guayaquil una revolución liderada  por el general Pedro Montero y por muchos alfaristas, la misma fue vencida después de algunos combates que se dieron en localidades como Huigra, Naranjito y Yaguachi.  

Alfaro regresó a Ecuador de su exilió en Panamá el 4 de enero de 1912. En el país ocurrían combates entre las fuerzas simpatizantes del gobernante interino y los liberales radicales. Leonidas Plaza, jefe de las fuerzas gobiernistas, ordenó la detención de Eloy Alfaro, su hermano y demás liberales.

Ellos fueron llevados a Quito.

Alfaro falleció en la capital de la República el 28 de enero de 1912, cuando una multitud ingresó a la cárcel (penal García Moreno) donde se encontraba detenido el Viejo Luchador junto con varios de los seguidores de su filosofía de vida y creyentes en el cambio. Estando en la prisión los asesinaron, para luego arrastrar sus cuerpos por las calles desde el penal García Moreno hasta el parque El Ejido de la ciudad capital, lugar donde incineraron sus cadáveres. 

Junto al Viejo Luchador también murieron su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.