La jornada comienza a las 05h30 y concluye a las 18h00, dejándole entre ocho y diez dólares cada día.

“Aquí hay plata para todos. El éxito es sabérselo ganar sin importar en qué se transporte a las personas”, expresó.

Junto al mercado central se ubican decenas de triciclos adecuados para llevar personas y su carga. Los clientes fijos son aquellos que van a llenar el canasto con compras. 

“La carrera máxima es de 50 centavos. Depende de las personas si hay o no propina, considerando que uno les ayuda a subir y bajar sus fundas, y si es necesario llevárselas a sus casas”, citó. 

Roberto Álava, en cambio, es dueño de una moto que normalmente se emplearía para pasear o algo en beneficio del hogar. Sin embargo, él la usa para cargar a otra persona y cobrar entre 25 y 50 centavos. 

“Para estar de vago en la casa mejor genero algunos centavos que nos sacarán de apuro”, indicó.

Turistas que visitan “La sin par” prefieren un vehículo conducido por un morador del lugar, ya que le van explicando lo que hay en el cantón.