En el verano del 2014, apenas semanas antes de su muerte a los 97 años de edad, Louis “Louie” Zamperini recibió la visita de Angelina Jolie en el hospital de Los Ángeles donde estaba internado a causa de una neumonía. Jolie llevaba con ella su laptop y cuando vio a Zamperini en la cama se acercó a él con la pantalla encendida. Así, el corredor olímpico y veterano de la Segunda Guerra Mundial pudo ver pasar su vida frente a sus ojos antes de cerrarlos para siempre.

 

Lo que Jolie le mostró a Zamperini ese día era una versión no terminada, pero coherente de la película “Inquebrantable”. De hecho, quizás sólo alcanzó a mostrarle algunas escenas enlazadas en secuencias, sin efectos especiales ni edición de sonido. El punto es que lo hizo y el hombre se fue de este mundo sabiendo que no lo abandonaba por completo. La cinta, basada en el libro homónimo escrito por la periodista Laura Hillenbrand (quien, dicho sea de paso, es también la autora de “Seabiscuit”, el libro que inspiró la película que en 2004 recibió siete nominaciones al Oscar), es la biografía de Louie Zamperini: el recuento de sus primeros años como un niño pobre, violento y rebelde; la adolescencia enderezada por la gloria del atletismo; la adultez marcada y casi exterminada por la Guerra. El 27 de mayo de 1943, cuando tenía 26 años, el bombardero en el que viajaban Zamperini y otros soldados sufrió desperfectos y cayó cerca de Oahu, Hawái, en el Océano Pacífico. Los sobrevivientes naufragaron durante 47 días alimentándose con pescados crudos, albatros y agua de lluvia que llegaron a las costas de las islas Marshall, donde fueron capturados por la armada japonesa. Zamperini, identificado de inmediato como celebridad deportiva norteamericana, fue torturado y humillado en público por el cruelmente célebre Mutsuhiro “El Pájaro” Watanabe, que luego se convertiría en uno de los criminales de guerra más buscados del Japón. El castigo, brutal y honorario al mismo tiempo, cargado de significado y dirigido sobre todo a derrumbar la moral de los otros prisioneros, los que veían como un símbolo patrio era degradado sin piedad, duró meses.

 

La Segunda Guerra Mundial terminó oficialmente el 15 de agosto de 1945, cuando Japón asumió su derrota frente a los aliados. De vuelta en casa, Zamperini fue recibido con los honores que coronan a los héroes; ahora, como centro de la película dirigida por Angelina Jolie, ha sido condecorado por Hollywood y eso, irónicamente, es lo que le asegura un puesto en la historia.