El secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, René Coba, manifestó que se comenzará a trabajar de inmediato en la organización. 

“Nos sorprende en el sentido ya del tiempo, porque intuimos que sea este año, a mediados de julio o agosto, la Santa Sede simplemente ha hecho público de que el Santo Padre lo ha anunciado, estamos esperando que eso se ratifique para convocar una asamblea plenaria de obispos”, explicó.

Los detalles de cómo se desarrollará este acontecimiento deberán ser coordinados con la Cancillería ecuatoriana al tratarse de una visita de Estado, pero los lugares que visitará serán escogidos por el papa Francisco. 

“Vamos a proponerle como obispos lo que pensamos, lo ideal sería en Quito, como ciudad capital, pero el papa da sorpresas y puede decir: ya estuve en Quito, voy a otro lugar”, indicó Coba.

Papamóvil. La Conferencia Episcopal del país espera readecuar el papamóvil que fue utilizado por Juan Pablo II hace 30 años en su viaje a Ecuador.

“Estuvo guardado un tiempo, pero luego se nos ocurrió entregarlo al santuario de El Quinche, donde le llevan a la Virgen Santísima, en ese tiempo el papamóvil tenía una seguridad especial, unos vidrios contra balas y cerrado, el Papa ahora quiere más bien al descubierto, podríamos adaptarlo”, añadió.

Coba también mencionó que se le podría regalar la imagen de la Virgen de Quito.

Además se conoce que la altura de la capital le podría afectar y que es un tema que debe tratar el pontífice.

Portoviejo. Lorenzo Voltolini, arzobispo de Portoviejo, dijo que precisamente para julio se prepara un encuentro nacional de la Juventud.

“Si este encuentro se mantiene, nosotros ya lo estamos preparando porque será aquí en la provincia y se mantiene el Papa que viene para esa fecha, una de las posiblidades es que el Papa venga a visitar a los jóvenes del país aquí en Manabí”, dijo Voltolini.

La arquidiocésis de Portoviejo se reunirá la segunda semana de febrero para calificar todo el año 2015 y “seguramente tenemos muy presente la llegada del Papa”, indicó el arzobispo.

Waldemar Arroyo, ciudadano católico, recuerda que cuando el papa Juan Pablo II visitó Ecuador fue recibido con euforia y añadió que si Francisco llega al país “sería emocionante para Ecuador”.