Delgado y un grupo de universitarios tuvieron que fletar un taxi y pagar cinco dólares para llegar un poco tarde a la Uleam.

Cinthia Barcia, de la comuna Cárcel y que estudia Ciencias de la Educación, señaló que al no movilizarse en las furgonetas gasta más dinero y pierde más tiempo.

“En la furgoneta pago 50 centavos, llego en 20 minutos y voy segura. En los buses gasto $ 1,50, tengo que ir hasta la terminal terrestre de Manta y de allí a la Universidad y voy insegura”, dijo Barcia.

PEDIDO. Carlos Paredes pidió a los miembros de la compañía Transpolitana que brindaran el servicio de movilidad.

Ayer, desde las 13h30 hasta las 14h30, decenas de universitarios se encontraron con la sorpresa de que las 16 furgonetas no dieron el servicio de movilidad desde la avenida Metropolitana y calle 10 de Agosto de Montecristi hasta la Uleam.

La mayoría de estudiantes viajó en los buses hasta Manta y de allí hasta la Uleam y otros fletaron taxis.

Carlos Delgado, de Transpolitana, recordó que el jueves dos furgonetas fueron retenidas por personal de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). “Somos perseguidos por otras cooperativas que nos quieren ‘tumbar’ por dar el servicio de transporte a los universitarios”, dijo.

César Delgado, compañero de Carlos,  mencionó que paralizan el servicio de transporte público hasta llegar a acuerdos con la ANT.