Laura Giler, psicóloga educativa, considera que dar este tipo de noticias a los infantes es una de las tareas más complicadas que hay. 

La psicóloga explica que los padres pueden organizar una charla familiar o en todo caso decirle personalmente a cada niño lo que está pasando. 

Luis Zambrano, psicólogo clínico, dice que en este tipo de situaciones, los niños deben comprender que todos vamos a morir, pero que no es tan previsible en personas jóvenes. “Si uno de los dos progenitores muere, la preocupación del niño será cuándo se va a morir el otro, quién lo llevará a la escuela, por poner un ejemplo”, señala. Y agrega que la metáfora de que el ser querido se encuentra de viaje puede crear confusión en los menores, debido a que puede llegar a ocurrir que se queden esperando ese regreso, que nunca se producirá. 

Por otra parte, Laura Giler comenta que otras de las típicas explicaciones, son aquella de que “el abuelo se ha quedado dormido”, y esto puede terminar causando miedo en los niños, “una de las consecuencias es que el menor no quiera dormir, por temor de sufrir lo mismo”, señala. 

Giler recomienda asimismo que los sentimientos no se escondan. “Los niños pueden manifestar su tristeza en forma de rabia o enfados, por eso es importante hablar con ellos, decirles que los comprendemos, que los adultos también se sienten mal. Si nos escondemos a llorar, pensarán que es algo malo que hay que ocultar y harán lo mismo”, dice.

“Los hijos, en especial los adolescentes, desean que sus padres hablen con ellos sobre temas difíciles”, indica Rosa Menéndez, psicóloga educativa. Ella recomienda a los padres que por muy difícil que sea dar la noticia, es necesario para que los menores sientan que son parte de la familia.