Ese es el optimismo que tienen en dos entidades: Municipio de Portoviejo y Gobierno Provincial de Manabí, que se han unido para rescatar el río en el tramo del cantón Portoviejo, que suma unos 40 kilómetros. 

Miguel Ángel Estévez, director del departamento de Ambiente municipal, señaló que por ahora trabajan en los dos mayores problemas que afectan al afluente: la sedimentación del cauce y las descargas de aguas residuales.

El control de las descargas residuales le compete al cabildo, por lo que el martes 16 de diciembre inició con el taponamiento o redireccionamiento de 536 descargas ilegales de aguas residuales que hay en el cantón. 

Explicó que esas descargas ahora serán encauzadas en 21 colectores. El trabajo lo contrataron con la profesional Mariuxi Fernández, quien tiene cuatro meses para completarlo.

Limpieza. Estévez señaló que cuando ese trabajo culmine se reducirá notablemente la contaminación por coliformes fecales y luego trabajarán en campañas de concienciación para que los habitantes no arrojen basura. 

Mientras que el Gobierno Provincial de Manabí (GPM) mediante dos direcciones  realiza otras labores. La primera fue el dragado del cauce. Leonardo Hidalgo, director de Ambiente y Turismo, señaló que los trabajos se iniciaron el 9 de julio en varios tramos y procuran dejar una profundidad de cinco metros para que el agua circule sin problemas. Esta labor la realizan con maquinaria propia del GPM.

Ana Gabriela Malo, bióloga del departamento de gestión ambiental, señaló que el proyecto sigue con la reforestación de las riberas. Informó que ya se sembraron 600 plantas. 

Con estos planes Estévez calcula que en un par de años el río estará remediado, para luego pensar en obras de embellecimiento como malecones y proyectos turísticos.