La reforma plantea, como adecuación a las recomendaciones de los instrumentos internacionales, que la edad mínima para contraer matrimonio sea los 18 años, a diferencia de los 14 años, en el caso del hombre, y 12 años, en el caso de la mujer, que están vigentes.

Mauro Andino, presidente de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado, consideró que es necesario que el Código se adecue a los tratados de derechos de la niñez. El legislador señaló, en un análisis histórico, que las edades mínimas aún vigentes, tenía como objetivo garantizar la virginidad de la mujer soltera, “librar a su familia de su cuidado y garantizar el largo ciclo de fecundidad para engendrar hijos de manera particular varones”.

Mientras que la asambleísta de Alianza PAIS, Betty Carrillo, sostuvo que lo que importa es tomar las medidas necesarias para evitar la injusticia y la discriminación que pueda sufrir cualquier miembro de la pareja.

No así, el legislador Luis Fernando Torres dijo en su momento que el proyecto no solucionará ciertos problemas sociales como abortos y uniones entre menores.

El asambleísta Andrés Páez señaló que por un lado la propuesta es positiva, pero a nivel general en las leyes se tiene un “contrasentido”, según dijo.

“Es un contrasentido que sea desde los 16 años la edad mínima para votar y que los que tienen entre 16 y 18 años no sean sujetos del Código Orgánico Integral Penal. Por un lado aluden madurez para contraer matrimonio, pero por otro no la aluden para elegir a un presidente o para cuando cometen delitos”, señaló.

 

 criterio. El abogado Rossvelt Cedeño comparte que se establezca la mayoría de edad para contraer matrimonio. 

“Es el parámetro de proporcionalidad que diseña el legislador para determinar la edad propicia en que confluyan los componentes fisiológicos y psicológicos para asumir la responsabilidad del matrimonio civil”, dijo el abogado. 

Además cree que los problemas sociales  no se resuelven por decreto o por leyes solamente. “Hay toda una tarea de educación sexual y reproductiva que se debe implementar desde las políticas públicas y desde los hogares.

También señala que en la actualidad se han disminuido los matrimonios a temprana edad. “Hay mayores bases de información que incrementa los niveles de conciencia reproductiva y conducta sexual responsable de los adolescentes y jóvenes,  pero aún las cifras revelan índices de dramatismo”, argumenta el profesional.