Ayer acudieron allí autoridades de la Corporación Ciudad Alfaro (CCA), Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y del Ministerio de Cultura, para realizar la extracción de este elemento, que será estudiado.
Karina Arteaga, coordinadora del INPC, informó que gracias a un pedido ciudadano fueron alertados de este elemento que estaba en el plantel que ahora se reconstruye. “Nos pusimos en marcha y ahora se lo ha puesto a salvo”, dijo.
Tatiana Hidrovo, presidenta ejecutiva de CCA, explicó que será llevado al centro de investigaciones arqueológicas Hojas-Jaboncillo, ubicado en Picoazá. Allí pasará por un complejo proceso, que va desde remover la pintura que se le aplicó hasta lograr una restauración especializada.
Oswaldo Tobar, arqueólogo de CCA, destacó que muy probablemente se trata de la representación de un felino, que eran símbolo de poder en la cultura Manteña.
Sergio Toala, rector del Olmedo, dijo que por desconocimiento años atrás los alumnos pintaron el monolito del que, dijo, está gustoso de haberlo preservado y que espera regrese a las instalaciones o se destaque que estuvo al cuidado de esta institución.