Como integrantes de una sociedad y consumidores de bienes y servicios, cada uno de nosotros podemos optar por llevar adelante comportamientos y acciones ambientalmente sustentables en muchos ámbitos. Un ejemplo de sustentabilidad urbana, con respecto a la accesibilidad, apuesta por una planificación urbana que evite la generación de movilidad basada en el transporte privado, aplica sistemas de transporte públicos como el metro, tranvía como Quito y Cuenca, o por alternativas al coche como es la bicicleta. Resulta claro que la sustentabilidad ambiental debe insertarse como eje transversal de las políticas públicas, así pueden integrarse las distintas instituciones y sectores de la sociedad con el objetivo común de lograr un equilibrio armónico entre el desarrollo, los procesos productivos y la conservación del ambiente.
Lamentablemente los esfuerzos para la preservación de los recursos naturales y los ecosistemas suelen verse obstruidos por proyectos que, bajo el concepto de las competencias empresariales, resultan opuestos con la protección total del entorno y nos pueden llevar a un deterioro creciente que incluye más pobreza y degradación ambiental.
Es lo que sucede en algunas urbes ecuatorianas; por eso hay que considerar modelos de desarrollo de ciudades como Curitiba, Porto Alegre, Medellín, Barcelona, que han logrado éxitos urbanos basados en el ordenamiento del transporte público y el aumento considerable de los espacios verdes.
Esto es fundamental, la OMS establece que debe haber mínimo 9m2 de áreas verdes por habitante, pues estos espacios tienen una función de recreación porque ayudan a la eliminación del polvo, de contaminantes gaseosos, son amortiguadores auditivos y ayudan a enriquecer la biodiversidad y la protección del suelo.
Desafortunadamente en el Ecuador, y más aún en nuestras ciudades manabitas, existe un severo déficit de áreas verdes pues no superan el mínimo recomendado, se supone que están por los 4m2 por habitante. Felizmente nuestro Gobierno Autónomo Descentralizado de Portoviejo, con sus nuevas políticas de planificación, como es la creación de la empresa pública de parques, se dará mucho énfasis en este tema y a futuro superaremos el índice mínimo establecido, lo que nos llevará a armonizar las variables territorio, clima, potencialidad humana, y lograr a largo plazo beneficios significativos para el desarrollo sustentable y el buen vivir de nuestro cantón.
