A los 15 años de edad se dedicó a la actividad de la pesca artesanal, trabajo que lo heredó de su padre con amor y sacrificio.
En el 2003 fue presidente de Cultura y Deporte del barrio San Pedro y dos veces presidente de Asopescar.
Está muy agradecido con Dios por las oportunidades que ha tenido, en especial por haber sido parte esencial de la institución de pescadores, velando por sus intereses y bienestar.