“Fue fatal, yo tenía los pies fuertes, pero mis hombros no me respondían”, dice y lamenta todavía no haber podido ayudar en el rescate. “Salí expulsado por la ventana del bus de Panamericana cuando la unidad llevaba unos 150 metros cayendo al precipicio, por eso sobreviví”, confiesa. Todos los pasajeros no tuvieron la misma suerte y se fueron dentro del carro hasta los 500 metros de la quebrada a la que cayó el bus. 16 de ellos murieron y otros siguen graves en casas de salud.

Franklin, de 25 años, también busca a su amigo de infortunio, llamado Jordan Torres, pero no lo consigue. 

Quiere saber qué le sucedió para estar más tranquilo. 

Marcha. Franklin ayer fue uno de los manifestantes que llegaron hasta la oficina de la cooperativa Panamericana a protestar porque esa empresa hoy volvería a trabajar luego de cumplir la sanción de 21 días para la ruta Manta-Quito que le pusieron las autoridades.

Ramón Intriago, quien esa madrugada perdió a su esposa Flor Yelena Rodríguez, de 39 años, funcionaria del Banco Codesarrollo, calificó de una burla la sanción. Tenían tres hijos menores de edad, quienes requieren atención especializada para superar el trauma de haber perdido a su madre.

Luego de la marcha por las calles de Portoviejo los manifestantes llegaron hasta la Gobernación, donde se reunieron con Susana Dueñas.

Intriago le pidió a Dueñas que intervenga para que estas tragedias no se repitan, insistió en que se incrementen las normas de seguridad con los conductores y recordó que quien manejaba el bus accidentado ya tenía varios puntos menos en su licencia. La gobernadora dijo que iba a realizar un seguimiento a ese tipo de situaciones.

Los deudos y accidentados insistieron en que se aplique una sanción más drástica. 

Este medio intentó conseguir la versión de los funcionarios de Panamericana, pero la oficina permanece cerrada. 

Hace tres semanas Robert Pesántez, gerente de la cooperativa Panamericana, expresó al diario digital metroecuador.com.ec que la unidad 148 no tenía problemas mecánicos y que se indemnizará a las familias.

Eddy Pazmiño, presidente (e) de la Unión de Cooperativas de Manabí, señaló que la oficina de la empresa está en Quito, en la calle Colón, y que si no hay objeción están en posibilidades de trabajar hoy. 

También dijo que conoció que Panamericana y una aseguradora privada están en el proceso de indemnización de los accidentados.