Desde hace un año, la pequeña perrita Masha espera pacientemente en un hospital del distrito de Novosibirsk, Rusia, a que su dueño acuda a recogerla. Sin embargo, esto no va a suceder, ya que el hombre falleció.
La historia de Masha comenzó el pasado invierno, cuando su dueño acudió al hospital de la Ciudad de la Ciencia de Novosibirsk.