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El "pescado de los pobres" se exporta

Colombia y China se han convertido en los principales consumidores de los peces chicos (pelágicos) que se desembarcan en las caletas de Manta, Jaramijó, Los Arenales de Crucita y Jama.

Domingo 30 Noviembre 2014 | 11:11

El abastecimiento se realiza a través de comerciantes mayoristas de Manabí y asiáticos asentados en Manta, en su mayoría chinos.

Entre los pelágicos, el pámpano se ha convertido en la especie más  apetecida para los mercados internacionales.
Jorge Ortiz, quien se dedica desde hace 10 años a la venta de  pesca chica en Playita Mía, señaló que pocas son las especies que sobran para el comercio en los mercados locales. 
“Los mayoristas y las fábricas empacadoras arrasan con la mayor parte de esta pesca que antes iban a las casas de los  pobres”, agregó.
A Ortiz le sorprende que el pámpano y más especies con espinas que sólo comían los pobres, ahora sean platos apetecidos en otros países.  
LAS ESPECIES. Para el mercado colombiano se exporta pámpano, cacherna o corvina pequeña, sierra, picuda, corvinato torno, bagre, guapuro, caballa, trompeta o guaba. dorado entero congelado y filete de wahoo
A los Estados Unidos se exporta filete de dorado.
Mientras que al mercado asiático se exporta pámpano, corbata o sierrilla, chancho rabo largo,  mojarra y pez hojita (cucharita). 
Las zonas de pesca  para estas especies se localizan en las costas de la zona sur y norte de Manabí, también en la zona de El Palmar, provincia de Santa Elena.
Las capturas de estas especies se  realizan fuera de las ocho millas en barcos con redes de cerco que se ayudan con lanchas para sembrar la red, la cual luego es subida al barco con el apoyo de equipos hidráulicos y mecánicos. 
Esta flota cerquera o chinchorera no pasa de 40 embarcaciones que van de  20 a 40 TRB (Toneladas de Registro Bruto).
En Manta operan seis de estos barcos, otros 14 en Jaramijó y 20 en Los Arenales.
ARMADORES. Milton Arcentales, armador de Jaramijó, explicó que esta pesca se practica durante 22 días de oscura y se descansa ocho días de la clara.
Él manifestó que hace 10 años esta pesca se desarrollaba dentro de tres y cuatro millas, con resultados de una excelente captura y un ahorro significativo en gastos.
“Ahora las autoridades de pesca nos obligan a faenar fuera de las 8 millas, lo que significa una mayor inversión en gastos operativos de la nave, abastecimiento de hielo, comida y más costos para una pesca de 24 horas”, señaló.
Arcentales manifestó que la pesca no compensa la inversión.
Él armador indicó que esta pesquería cada día es menos rentable, más cuando son multados  por encontrarse dentro de la zona reservada para estos pelágicos.  
Agregó que las multas van desde los 500 dólares en adelante y que se imponen de acuerdo   a la gravedad del delito que califica la autoridad y  además se decomisan la pesca  capturada en otra zona.
Arcentales indicó que la inversión de un pesca de 22 días va desde 12 a 15 mil dólares. 
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