Argumenta el estudio que cada año se siembran 70.007 hectáreas de maíz y 19.084 de arroz.

Se indica que no se partiría de cero porque ya existen experiencias exitosas replicables como el Sistema Intensivo de Cultivo de Arroz (SICA), desarrollado por la universidad de Cornell o el sistema Push-pull, desarrollado por científicos del ICIPE (Centro Internacional de la Fisicología y Ecología de los Insectos) para el control de plagas en los cultivos de maíz. El sistema SICA consiste en menor densidad de plantación, mantenimiento de los niveles de humedad sin encharcamiento del suelo y la utilización de abono orgánico. Con este sistema los rendimientos aumentan aproximadamente en un 50 por ciento. El uso de semilla se reduce en un 80 por ciento, se reduce entre un 25 y 50 por ciento de agua y se reducen las emisiones de gas metano. La inversión es de 600.000 dólares.