La marcha inició a las 17h30 desde la plazoleta Eloy Alfaro, en la calle Francisco de Paula Moreira y avenida Urbina, lugar de la concentración, y en donde se instaló un escenario y hubo varias presentaciones musicales.

En este lugar la gente cantó, bailó, levantó globos,  carteles y flameó banderas de Portoviejo.

Cerca de diez cuadras coparon los asistentes a esta jornada cívica por el positivismo, como la denominó el cabildo.

Niños, jóvenes y adultos participaron de la caminata que recorrió varias calles. “Es una gran oportunidad para dejar de ser conformistas y quejarnos por todo”, dijo Carlos Vásquez, vicealcalde de la ciudad.

DETALLES. Una bandera de Portoviejo, de ocho por doce metros, flameó durante el recorrido.

Representantes de gremios, asociaciones, instituciones públicas, privadas, centros educativos, autoridades civiles, eclesiásticas, y otras participaron de la marcha.

“Estamos más unidos que nunca y más optimistas que nunca”, destacó el alcalde Agustín Casanova.

La marcha fue encabezada por 15 niños de la escuela de fútbol de la parroquia Francisco Pacheco.

Más atrás caminaron los concejales, el alcalde de Portoviejo, el prefecto de Manabí y las asambleístas Lídice Larrea y Verónica Rodríguez. 

La gobernadora Susana Dueñas se unió después.

“Hay que contagiarse de las buenas ideas y ser parte del nuevo despertar de Portoviejo”, señaló el prefecto Mariano Zambrano.

Domingo Vera, de Bahía de Caráquez, también caminó. “Me debo a Portoviejo, aquí trabajo, por eso quiero que esta ciudad cambie”, comentó.

En los carteles se leían frases como “cambia de negativo a positivo. No a la mediocridad”. “Todos queremos que Portoviejo se transforme”, indicó Blanca Balda, mientras caminaba.

Los asistentes recorrieron más de dos kilómetros hasta llegar al aeropuerto Reales Tamarindos, donde hubo un concierto con el artista colombiano Jorge Celedón.