Se disputaba un partido entre Jeonbuk Motors y el Pohang steelers, del torneo de fútbol coreano, cuando de pronto, en una jugada, el árbitro decreta tiro penal a favor del equipo del jugador brasileño, señala la web elgrafico.com

La jugada consistió en que, cuando el árbitro pitó para que se cobrara el tiro, un jugador coreano toca el balón y se lo entrega a Leonardo para que rematara. El portero ya había caído ante el primer toque.

Algunos usuarios de las redes sociales muestran su desacuerdo con el tiro penal, pues consideran que  la jugada debió repetirse.

La jugada es similar a la que hizo Johan Cruyff el 5 de diciembre de 1982, en un partido entre el Ajax y el Helmond Sport.