Ella afirma que desde el 2010, fecha en que se activó una falla geológica en el sitio, el temor está latente.

“Siempre que llueve me da miedo, nadie sabe lo que pueda pasar”, dijo la mujer.

En junio de este año la Secretaría de Gestión de Riesgos declaró como zona de riesgo a este recinto ubicado en los márgenes de la carretera Alóag-Santo Domingo.

Desde entonces las acciones han estado encaminadas a determinar el número de personas que serían las afectadas en caso de desprendimientos de la montaña.

La gobernadora, Doris Merino, informó que se realizó un censo para saber el número de mujeres, niños y adultos mayores.

“Estos datos fueron dados al municipio, porque es a ellos a quienes les compete el territorio de la Unión del Toachi”, aclaró Merino.

Ellos son trasladados todos los días a bordo de un bus con el fin de precautelar sus vidas en caso de una emergencia.

Algo parecido sucede con el dispensario del Seguro Social Campesino, que fue trasladado junto al Centro de Salud.

Sin embargo, quienes habitan en el recinto se resisten a salir del lugar.

“Hemos hablado entre todos y nadie quiere irse”, dijo José Chango.

De su parte, Orfa Cabezas, coordinadora zonal de la Secretaría de Gestión de Riesgos, informó que la entidad ha coordinado la reubicación con las instituciones.

“La relocalización de la población está tratándose en el municipio que es el responsable del territorio,” puntualizó Cabezas.