En muchas ocasiones, criterios desaprensivos expresaban que la literatura manabita sólo llegaba a nuestras fronteras provinciales; este mito negativo queda sepultado por los resultados de la investigación antes dicha.  Lo que debemos reconocer es que no ha existido una campaña sistemática de divulgar las obras que nacieron del numen de mujeres y hombres de nuestra provincia, que incidieron en el devenir histórico-literario del país y otras latitudes.

El trabajo investigó 45 bibliotecas de las más reputadas a nivel de América y Europa, EE.UU, Canadá, Alemania, Italia, Colombia, Perú, Chile, Argentina, El Vaticano, México y hasta Australia, con el objetivo de ubicar autores de libros manabitas, hacer estadísticas en las bibliotecas y señalar al mundo que la producción intelectual manabita avanzó más allá de los linderos patrios desde 84 años hasta ahora.  

Se destacan 77 autores cuyas obras ocupan estanterías a nivel del mundo y se llega a establecer porcentajes halagadores de lectores para ellos.  El espacio de un artículo no permite señalar tantos nombres y si nombramos algunos no significa que otros no sean reconocidos, sino que faltó medio de difusión de sus obras.  

Esto tiene que ser enmendado y con los nombres de Wilfrido Loor Moreira, Dumar Iglesias Mata, Horacio Hidrovo Peñaherrera, Carmen D. de Anhalzer, Tatiana Hidrovo, Temístocles Estrada, Víctor Arias, Medardo Mora, Ramiro Molina, Vicente Espinales, Vicente Amador Flor, Luis Félix López, Oswaldo Castro, Juan Vergara, Elías Cedeño Jervez, Alfredo Cedeño Delgado, Ruysdael García, Milton Erazo, Ubaldo Gil, Horacio Hidrovo Velásquez, Jaime Alcívar Intriago y otros importantes nombres, seguir incentivando a jóvenes y autores de todas las edades de persistir en dejar las huellas indelebles de su talento plasmados en obras y libros, que tienen la ventaja de vivir para siempre como las grandes obras de los clásicos griegos y romanos, españoles e ingleses que sentaron cátedra en el mundo literario de todos los tiempos.  Manabí tiene que proyectarse como una verdadera potencia cultural.