No olvido que el mal estado de la carretera para llegar a la presa nos causaba problemas a los pasajeros y conductores, por la tremenda polvareda que nos afectaba para llegar al lugar, pasando por la parroquia Ayacucho a visitar familiares. En la actualidad todo ha cambiado con la regeneración de la vía Santa Ana- Poza Honda, ahora el viaje es muy agradable para propios y extraños.
Por otro lado, los turistas que llegan cada fin de semana, al igual que nosotros, disfrutan de la gastronomía y sus hermosos paisajes; incluso la gente puede navegar en lanchas. En el camino nos servimos un refresco, dulces, queso, natilla, encebollado de camarón y pescado, ceviches, empanadas de verde. En todo el recorrido, hasta llegar a la parroquia Honorato Vásquez, donde se levanta la presa, hay comedores que preparan el caldo y aguado de gallina criolla, hornado de chancho, morcilla y la rica fritada con maduro.
De igual manera, los agricultores de la zona aprovechan el agua de Poza Honda en el riego de los cultivos de choclo, yuca, haba y habichuela; con su trabajo, haciendo producir la tierra, se ganan el sustento diario de la familia y se dedican a transportar sus productos a los cantones Santa Ana, 24 de Mayo, Portoviejo, Montecristi y Manta.
Las lanchas a motor tienen capacidad para llevar hasta veinte turistas que quieran navegar en la presa y a la vez quieran pescar, al igual que conocer dónde se conectan los ríos que alimentan la presa, el Mineral y el Pata de Pájaro. El viaje le cuesta 20 dólares. La gestión del gobierno de la revolución ciudadana permite seguir mejorando la calidad de vida de las comunidades manabitas.
¿Será delito decir la verdad?