Cargar a los créditos con el pago del 0,5% no es saludable porque se distorsiona el costo del dinero, porque se encarece los créditos del sector productivo y, especialmente, porque se crea una “preasignación”, que hoy puede resultar en un monto que financie la lucha contra el cáncer, pero que en un año puede ser mucho o poco dinero, dependiendo de cómo vaya el volumen de crédito en el país y los planes que para esta lucha hayan. 

Con esta fórmula se está creando, indirectamente, un nuevo impuesto para el pueblo, porque el sector productivo seguramente trasladará el 0,50% al precio de venta al público de sus productos o servicios. 

Solca debe tener un presupuesto apropiado, financiado a través del Presupuesto General del Estado.

Por razones políticas o de algún otro tipo, los gobiernos han hecho de Solca un caso sui géneris, ya que la institución tiene visos de privada y de pública al mismo tiempo, estando en una situación en la que prácticamente no es fiscalizada por los dineros públicos que recibe y es gobernada por un sistema de cooptación, que luce ajeno a los nuevos tiempos.  

Vale la ocasión para definir lo que es.