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Investigación
Edificaciones públicas están abandonadas en Pimpiguasí

Ocho hojas de zinc de unos siete metros de largo están sobre el suelo y apoyadas contra un techo descubierto.

Jueves 30 Octubre 2014 | 08:00

Parecen listas para ser sacadas del abandonado lugar. Alrededor hay más estructuras sin cubierta, otras tienen las tejas rotas.
Incluso en dos bloques de aulas de dos pisos (que según sus incripciones datan del 2006 y 2008) el techado también ha sido retirado.
El suelo de toda el área está como alfombrado por maleza y hojas secas caídas de los árboles que sin ninguna poda han credido entre las edificaciones.
El polvo, ya convertido en una capa de tierra, se acumula sobre todo: desde las inutilizadas aulas hasta restos de documentos públicos que están caídos en el piso.
Inutilizado. En el sitio Pimpiguasí un complejo de edificaciones públicas; conformado por aulas, salones, comedores, talleres y más; están en un avanzado estado de deterioro y descuido.
Durante más de cinco décadas las instalaciones las ocupó el comedor con apoyo escolar Francisco Pólit Ortiz del ahora Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), entidad que también usó como bodega la infraestructura.
El lugar sirvió al cerrado Centro para Adolescentes Infractores y temporalmente a alumnos de un plantel educativo.
Del terreno, que supera una hectárea y media de extensión, un pequeño espacio ubicado hacia la entrada (y casi aislado del resto) lo ocupa un Subcentro de Salud.
“Como se puede entrar por cualquier lado, aquí entran y salen muchas personas. No es seguro”, cuenta una funcionaria de ese servicio.
Quejas. Mónica Macías tiene 30 años y toda su vida ha sido vecina de estas edificaciones. “Esta abandonado, no hay ningún control de lo que allí pasa”, cuenta mientras señala las instalaciones cubiertas de maleza.
Allí cerca, Yaneth Barberán dice que temen cuando los niños están en el patio, por la presencia de animales como las serpientes que pueden pasar hasta su terreno.
Pedido. Los hijos de Eugenia Casanova ahora tienen 13 y 18 años, pero cuando fueron escolares se sirvieron del comedor que funcionaba en el lugar. “Salían de la escuela e iban allí a recibir clases y el almuerzo. Ya después no sé qué pasó”, cuenta.
Esta ciudadana se queja de que instalaciones tan grandes estén sin uso y destruyéndose.
Al frente de ese predio funciona el centro de educación básica Latacunga. 
“Aquí usted viera los problemas de espacio que tenemos y mire esos edificios”, se queja con indignación una maestra refiriéndose a los bloques de dos pisos.
Proceso. Roxana Arteaga, coordinadora zonal del MIES, informó que en el 2009 las instalaciones fueron transferidas al Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos (Mjdhc).
Sin embargo se lo siguió utilizando como bodega de muebles y equipamiento que debía ser dado de baja.
La funcionaria dijo que hasta hace unas tres semanas se terminó el proceso de desocupación de los espacios y mientras eso duró se mantuvo la guardianía. Desde el MIES se confirmó que el acta de entrega de las instalaciones hacia el Ministerio de Justicia está en proceso.
Por varias ocasiones se intentó sin éxito buscar la versión del Mjdhc.
En la entidad se hizo referencia a un documento que les remitió el MIES  en mayo de este año y donde  desde la entidad se asegura que seguirán a cargo de los servicios básicos y la guardianía hasta se suscriba el acta correspondiente, luego de la cual la responsabilidad pasará a manos del Ministerio de Justicia.
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