El infante tenía un poco menos de dos años y se encontraba solo en casa cuando se produjo el siniestro.

Jorge González, jefe del Cuerpo de Bomberos, dijo que este tipo de incendios por velas son poco frecuentes, pero aún se dan.

Explicó que, pese a esto, se inician de forma más agresiva que los ocurridos por cortocircuito, que son los más frecuentes. 

“Con un cable circuitado es más fácil detectarlo, incluso por el olor, y las llamas se inician de a poco. Una vela puede encender de inmediato una cortina, un mantel, una sábana e incluso una mesa”, explicó.

González recalcó la importancia de tener cuidados elementales y obvios, como colocar la llama en un contenedor seguro. 

Cielo Mendoza, gerente del ECU-911, subrayó la importancia de que los adultos tengan los cuidados necesarios para detectar los riesgos y prevenir los accidentes. 

Señaló también los peligros que se corren cuando un menor de edad queda solo en una vivienda.

Jorge Arteaga, de la Fundación de Prevención de Incendios Producidos por la Electricidad (Funpipe), indicó que el uso de velas aumenta el riesgo.

Agrega que falta capacitación en los ciudadanos, pues pocos saben qué hacer cuando hay un siniestro y no llegan los bomberos.

Quien enciende una vela debe saber que en el mínimo descuido puede generarse un incendio, por tanto debe estar atento o simplemente apagarla si no va a estar cerca.

Funpipe iniciará una investigación en Manabí para determinar las causas de los siniestros y luego proponer capacitación. Actualmente hacen prevención, indicó.

CASOS. En Portoviejo se han registrado nueve incendios en viviendas este año. En septiembre pasado un adulto mayor murió en Charapotó en un incendio, producido por una vela. 

En el 2012 un menor de cuatro años murió quemado en parecidas circunstancias en Cascol, Paján.