Según informó el diario 20 Minutos, los polémicos modelos de los recipientes de plástico, servidos habitualmente junto al café y el azúcar, llegaron a un centenar de establecimientos distribuidos por una filial del grupo Migros.
El grupo distribuidor, tras presentar disculpas a los comensales, busca recuperar los recipientes que en ningún momento han sido comercializados en sus tiendas, aclaró una portavoz de la compañía.
Además, los directivos de Migros consideraron que los controles internos habían sido “insuficientes”.