El reconocido defensor de los derechos de los inmigrantes entregó a Murillo un documento que recoge los testimonios que recopiló de cinco presuntos testigos de los hechos registrados el 26 de septiembre pasado en Iguala, en el sureño estado de Guerrero.
Esa noche murieron 6 personas, incluidos 3 alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, 25 resultaron heridas y 43 jóvenes desaparecieron tras haber sido detenidos por policías y entregados al cártel Guerreros Unidos, según declaraciones de varios detenidos.
Solalinde señaló el pasado viernes que un testigo le narró que los estudiantes fueron llevados hasta un lugar donde había varias fosas y fueron quemados vivos.
El sacerdote dijo que la información que le dio hoy al procurador general coincide "en un 80 por ciento" con lo que ya tenía la Fiscalía, salvo por el testimonio de un estudiante.
Incluso coincide el mapa que les entregó en el que presuntamente habrían enterrado a los estudiantes y es la zona en la que están buscándolos.
En su charla, Murillo se comprometió a conseguir "tecnología satelital" que puede, por ejemplo, permitir "saber cómo estaba el terreno y cómo se modificó", una tecnología que "es muy cara" y para la que "no hay presupuesto", pero se va a hacer todo lo posible por conseguir.
Además, Solalinde le pidió a Murillo protección a las familias de los 43 estudiantes, "medidas cautelares para cuidar a estas personas", algo que se está estudiando por parte del Gobierno.
En opinión del sacerdote, el Gobierno es "el principal preocupado en encontrar dónde están", ya que "la presión social es muy grande", "las movilizaciones no van a parar". EFE