“Sentí que había arruinado mi carrera. Al principio no quería saber nada de nadie, me encerré con mi familia, aunque luego reflexioné, pedí perdón y me sentí liberado”, explicó en una entrevista emitida por la cadena TV3.

“Tuve miedo de que se echasen atrás (el FC Barcelona) por toda la repercusión que tuvo el incidente. Era consciente de que podía pasar eso”, explicó.

Tras su fichaje por parte del club catalán, el uruguayo dijo haber sentido una gran emoción. "En cuanto Pere Guardiola (su representante) me llamó para decirme que estaba hecho, me eché a llorar, por la situación que estaba viviendo y por el respaldo que me estaba ofreciendo el Barça. Me sentí feliz por el compromiso que el club demostró conmigo”, relató.

El uruguayo agregó que, tras la sanción, vivió "momentos complicados porque no me sentía profesional, creía que me estaba escondiendo, que estaba haciendo algo que no debía. Pero todo eso me tocó por un error que cometí, lo asumo y acepto las críticas”.