Acogiendo el espíritu libertario de sus habitantes, el 23 de Octubre de 1820, siguiendo la corriente independentista que se sentía en la época, los dirigentes de la comunidad de Montecristi acataron la disposición popular de anexarse al movimiento surgido el 9 del mismo mes, en Guayaquil.
De esta manera aseguraban su participación de rechazo y combate al sistema colonialista que ya habían desechado, días antes, Jipijapa y Portoviejo, el 15 y el 18, respectivamente.
Esa decisión patriótica y frontal es la que los montecristenses celebran hoy, uniendo ese orgullo al de ser también cuna del mejor de los ecuatorianos, Eloy Alfaro Delgado, quien varias décadas después ratificara, con su sentimiento, pensamiento y acción, esa innata pasión por la libertad y servicio al pueblo mostrada por esa colectividad el 23 de Octubre.
Y junto con su posición de defensora de libertades, actualmente Montecristi muestra una mentalidad predispuesta siempre a lograr el desarrollo con tesón y energías suficientes, en la búsqueda de la superación y el progreso colectivo.
Nos unimos a la celebración y saludamos fraternalmente a los montecristenses en esta memorable fecha.